La palabra rinoceronte se deriva del griego rinós, que significa “nariz” y keros, “cuerno”, por lo que significa “nariz cornuda” que hace alusión a su principal característica. Esta es valorada como un trofeo por lo que es la razón principal de su caza. Actualmente sobreviven cinco especies: el blanco y el negro, en África; el de Java, la India y Sumatra, en Asia.
A diferencia de los cuernos de otras especies, los de los rinocerontes no tienen una base ósea, sino que están hechos de queratina, la sustancia que forma los pelos y las uñas en el resto de mamíferos. Las dos especies africanas y el rinoceronte de Sumatra tienen dos cuernos, mientras que el de la India y el de Java tienen solo uno.
La familia de los rinocerontes se caracteriza por su gran tamaño, siendo de las especies consideradas como megafauna, junto con los elefantes y los hipopótamos. Todos son herbívoros y tienen una piel gruesa y resistente que mide entre 1.5 y 5 centímetros de grosor. Aproximadamente viven unos 60 años.
Tienen una visión escasa, aunque son capaces de distinguir a una persona hasta unos 30 metros de distancia. Su oído es muy agudo y las orejas se mueven rápidamente en la dirección de donde proviene el sonido. Su sentido del olfato es el más desarrollado considerando que la cantidad de tejido olfativo en el hocico supera al tamaño del cerebro.
Todas las especies son perisodáctilas; es decir, tienen un dedo central más desarrollado en cada pata que les sirve de apoyo principal, y dos dedos menores a los lados. Eso da a sus huellas el característico aspecto de un trébol.