Las vacunas son importantes para tu organismo porque impiden que te enfermes. Hay vacunas para prevenir el tétanos, la difteria, el sarampión, la gripe y muchas otras enfermedades peligrosas. La vacuna se inyecta o se digiere y es un preparado que contiene virus o bacterias que ya no pueden dañarte, pero el cuerpo igual reacciona contra ellas. Esta reacción permanece en el cuerpo y ayuda a protegerte a través del tiempo contra estas enfermedades.