¿Te has imagino alguna vez que el pelo que bota tu perro puede servir para fabricar cosas? Pues Doris Carvalho, una veterinaria de Brasil, tomó clases de diseño de moda y ahora dedica su tiempo a crear bolsas de mano con pelaje de perro.
Para hacer cada bolsa, Doris compra el pelo, lo lava y después lo convierte en hilo, como la lana de las ovejas. Uriliza cinco libras de perro y tarda 50 horas a la semana sólo para terminar una.
Para anunciar sus bolsos de mano y poder venderlos los exhibe en las calles. Según ella, en Miami sus creaciones son un gran éxito. Y aunque algunas personas creen que cuando las bolsas se mojen olerán a perro mojado, la diseñadora asegura que no es así ya que todo su material es completamente esterilizado.
¿Tú que piensas? ¿Comprarías una bolsa de este particular material?