Manejo del estrés en la docencia
Manejo del estrés en la docencia
Según el español Fernando Rubio, estrés es «la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos condicionan y resultan amenazadoras o desafiantes». Es un desequilibrio entre las demandas profesionales y nuestra capacidad para responder a ellas.
Al principio, el estrés puede ayudar en la actividad del individuo provocando un proceso de incremento de recursos (atención, memoria, activación fisiológica y rendimiento) que hace aumentar la productividad. Pero cuando este proceso de activación es muy intenso o largo, los recursos se agotan, se llega el cansancio y decae el rendimiento.
Según estudios, el estrés laboral es la segunda causa de ausencia o retiro entre el profesorado, por detrás y muy cerca de las enfermedades musculares-esqueléticas. Es evidente que puede afectar a personas de todas las profesiones y situaciones de alta competitividad, responsabilidad y rutina. Pero esta proporción aumenta en el profesorado y se está convirtiendo en un autentico problema social que crece. Ha afectado la calidad de la educación, entendida como la manera en que los docentes dan respuesta a las exigencias educativas bajo ciertos criterios de eficiencia y eficacia. Bajo estrés, el desempeño no es óptimo.
Los directores deben poner atención a expresiones de cansancio o desmotivación como posibles manifestaciones de estrés docente. La situación que se considera más estresante es la relación con los alumnos y con los compañeros. En esto influye no solo el desinterés y la falta de participación percibida en ellos, sino la preocupación de los docentes por las situaciones personales de sus alumnos y su carencia de recursos para atenuarlas.
El estrés mal manejado puede generar graves consecuencias como: problemas endocrinos, afecciones respiratorias, digestivas o neurológicas, ansiedad, apatía o depresión. Pero el problema mayor es la ausencia del docente en sus labores y el aumento de consultas al médico o al seguro social.
Algunas sugerencias técnicas para combatir el estrés docente son:
· Expresar a los superiores de manera objetiva sentimientos e inquietudes.
· Formar grupos de análisis dentro del claustro para combatir problemas e insatisfacciones.
· Realizar actividades físicas de relajación y respiración.
· Organizar actividades recreativas dentro del centro escolar.
· Entrenarse en habilidades sociales (EHS) y de la comunicación, incluyendo el entrenamiento asertivo.
· Aplicar técnicas para mejorar la inteligencia emocional.
Colaboración: Lcda. Carlota Escobar de Dávila, catedrática Facultad de Educación, Universidad del Valle de Guatemala.