Las ranas venenosas son originales de América. Se encuentran desde Nicaragua hasta Bolivia y el sur de Brasil. Se conocen un poco más de 200 especies, tienen hábitos diurnos. Por lo general se mantienen en el suelo, aunque algunas suben a los árboles por momentos.
Son pequeñas, las más grandes apenas miden cuatro centímetros de longitud. Su piel exhibe colores brillantes, como azul, rojo o amarillo, pero este atractivo visual también indica lo venenosas que pueden ser.
Habitan en los bosques y selvas tropicales. Los machos defienden su territorio de los machos vecinos y tratan de atraer a las hembras que estén en busca de parejas. Para lograrlo, se paran en algún lugar donde sean bien visibles y anuncian su presencia vocalizando muy fuerte. El canto de algunas de estas ranas se oye a varios cientos de metros de distancia.