La flor blanca
Allá por 1950, mi abuela vivía en la avenida de la Ermita. En el patio de su casa había una pila con cuatro lavaderos a su alrededor, y flores sembradas en macetas y ollas.
Una noche yo no podía dormir. Así que me levanté y, al llegar al patio, vi a mi abuela contemplando la luna; después ella observó una maceta y dijo: «Hoy es noche de luna llena. Esa planta está floreciendo y muestra sus grandes flores blancas. Dicen que da suerte y una larga vida a quien las ve abrir sus pétalos en una noche como esta».
Sentí un escalofrío y, a la vez, una gran fortuna.
Han pasado muchos años desde esa noche y me doy cuenta que mi abuela tenía razón. Tengo una familia unida, varios hijos y muchos nietos. Ayer fue noche de luna llena y mi nieta más grande me acompañó a ver la maceta de flores blancas en ese mismo lugar.
Lara de Trejo
Adaptación 158 palabras