El cuervo soberbio y los pavos reales
Unos pavos reales caminaban luciendo sus vistosas plumas, cuando de pronto, un cuervo los vio y se estremeció ante la hermosura de aquellas aves. Quiso lucir como ellos y aunque sabía que los pavos reales no eran de su especie, despreció a los otros cuervos.
El cuervo vanidoso tomó las plumas que estos habían dejado tiradas y se las puso. Luego, se acercó a los pavos reales y empezó a lucir las plumas. Los pavos reales indignados, se las arrancaron inmediatamente y lo echaron a picotazos.
Lleno de vergüenza, se aproximó a los suyos, quienes también lo desterraron y le dijeron: «Si te hubieras alegrado de vivir con nosotros, no hubieras pasado la vergüenza de ser excluido por los pavos reales y ser despreciado por nosotros».
Esopo
Moraleja:
Tu tienes cualidades muy valiosas, no desees ser como los demás.