El Renacimiento es un movimiento cultural que se desarrolló en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Se trata de un período de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna, considerado una etapa muy productiva en cuanto a descubrimientos científicos y creación artística.

Se le llamó “Renacimiento” porque se volvieron a tomar los valores de la cultura grecolatina para potenciar el crecimiento exponencial del arte, política y economía. Se promovió con mucha fuerza el redescubrimiento de la filosofía clásica, la literatura y demás arte antiguo, el cual se había perdido luego de la caída del Imperio Romano.

Al inicio del Renacimiento, surgió un movimiento en Italia conocido como el humanismo, que buscaba promover la idea que el ser humano era el centro del universo y que éste debía aceptar y desarrollarse en el área educativa, las artes clásicas, la literatura y las ciencias.

La invención de la imprenta en 1450 facilitó la dispersión de ideas de una forma rápida, efectiva y masiva. La distribución de textos cambió por completo la forma de comunicar ideas a la sociedad.

El movimiento renacentista tiene su origen en Florencia, Italia, una ciudad que al día de hoy es famosa por ser rica en cultura y arte. La familia Medici, que gobernaba Florencia, respaldaba económicamente a los artistas y pensadores emergentes. Esto sirvió para propagar las ideas hacia el resto de ciudades-estado de Italia; como Venecia, Milán y Roma y posteriormente por Francia y el resto de Europa.

En esta época destacaron filósofos, artistas, científicos y escritores que revolucionaron cada una de estas disciplinas.

• Leonardo Da Vinci
• Erasmo de Róterdam
• René Descartes
• Galileo Galilei
• Nicolás Copérnico
• Tomas Hobbes
• Geoffrey Chaucer
• Giotto
• Dante
• Nicolás Maquiavelo
• William Tyndale
• William Shakespeare
• Donatello
• Sandro Botticelli
• Rafael
• Miguel Ángel

Sin embargo, como todo movimiento cultural, el Renacimiento tuvo su declive a finales del siglo XV. La atención pasó a varias guerras que tenía Italia contra España, Francia y Alemania, las cuales causaron inestabilidad y temor en la región. Los cambios en las rutas comerciales, así como una economía golpeada por la guerra, provocaron una crisis que detuvo el apoyo monetario a los artistas y sus academias.

La Iglesia Católica también influyó en el final del Renacimiento, ya que consideraban que las ideas humanistas iban en contra del pensamiento cristiano y aprobaron que se considerara herejía a quienes seguían esa línea de pensamiento, censurando mucho contenido en la conocida como Contrarreforma y la Inquisición romana establecida en el Consejo de Trento