Luego de 14 años como mandatario de la nación, la salida del presidente Ubico del poder dio cierta esperanza a la población de un cambio. Cambios en las leyes, cambios de mayor poder ciudadano y campesino y de mayor desarrollo tecnológico; pero esto no sucedió inmediatamente. Fue hasta la revolución del 20 de octubre, 4 meses y medio después, que sucedió el verdadero cambio.

El progreso se pausó nuevamente

De la junta militar establecida luego de la renuncia de Ubico; un general en especial buscó el poder y poder perpetuarse como una vez habían logrado Carrera y Ubico. Este fue el general Federico Ponce Vaides, quien logró el 4 de julio de 1944; persuadir al Congreso para ser seleccionado como Presidente Provisional sobre sus compañeros.

Ponce Vaides permitió que se formaran partidos políticos, surgiendo el “Frente Popular Libertador” que continuaba con la lucha de los estudiantes. También surgió el partido “Renovación Nacional” dirigido por maestros e intelectuales; al igual que se dio la formación de sindicatos y la promesa de elecciones libres. Aunque pronto se vio que estas decisiones no se iban a llevar a cabo ya que Ponce Vaides planeaba perpetuarse en el poder. Este gobierno corto pero tiránico continuó en la misma línea de Ubico; con favores a la United Fruit Company y oprimiendo los movimientos de la ciudad capital a favor de una verdadera democracia.

Durante ese tiempo, el general decidió infundir en la población el miedo a una rebelión indígena; ya que el área rural no se había pronunciado tanto en los levantamientos como los ladinos de la capital. Con este objetivo en mente; Ponce Vaides mandó a traer a indígenas de áreas rurales a manifestar a favor de este para ser electo en las votaciones. El clima de tensión general aumentó; hasta que el 1 de octubre uno de los líderes de la oposición fue asesinado y los demás buscaron refugio en diversas embajadas extranjeras.

El camino a la revolución del 20 de octubre continúa

Uno de los candidatos a la presidencia, Juan José Arévalo Bermejo, buscó refugio en una embajada; hecho que dio señales de debilitamiento de la oposición. Aunque, en realidad desde julio de ese año se había comenzado a planear la revolución con oficiales del ejército al mando.

Los planes de revolución para quitar de forma definitiva a Ponce Vaides del poder y permitir al pueblo de Guatemala decidir de forma libre a sus líderes estaba dirigido por tres personajes: Jacobo Árbenz Guzmán, el mayor Carlos Aldana Sandoval y Jorge Toriello. Estos, junto a líderes civiles, planeaban un ataque al gobierno de Ponce Vaides que comenzó desde la noche del 19 de octubre de 1944.

Esa misma noche, cuando la famosa «revolución del 44» comenzó, se unió al movimiento de parte de los militares el mayor Francisco Arana. Este militar fue el encargado de comandar tanques de la Guardia de Honor; logrando unir fuerzas entre líderes militares y manifestantes civiles. Todos estos movimientos, lograron que durante la tarde del 20 de octubre; luego de una noche de ataques y enfrentamientos en el día, el general Ponche Vaides se rindiera abandonando el gobierno y el país.

La revolución lo cambió todo

Posterior a esta gran victoria del pueblo, se estableció un triunvirato liderado por Francisco Javier Arana, Jacobo Árbenz y Jorge Toriello; quienes gobernarían hasta 1945 cuando se realizaron las primeras elecciones libres en Guatemala luego de un gran tiempo de opresión. En estas primeras elecciones ganó la presidencia el maestro, filósofo y escritor Juan José Arévalo Bermejo.

Con este triunfo y luego de una revolución muy necesaria; se dio el fin a las opresiones gubernamentales fundamentadas en poderes extranjeros por un periodo corto de tiempo. Lee más de los logros que se dieron gracias a la revolución del 20 de octubre de 1944 en Prensa Libre.