Virreinato del Río de la Plata, Argentina
El Virreinato del Río de la Plata fue uno de los más olvidados por los monárcas españoles y creado para defender las demás colonias de la entrada de los Ingleses. A pesar de esto y las muchas opresiones a los nativos, fue la primera colonia en buscar su independencia y lograrlo.
Avanzado
AÑOS
Luego del descubrimiento y conquista de Argentina, este territorio sufrió mucho no solo debido a la persecución y asesinato de los nativos de la nación, casi llevándolos al exterminio, sino también por la explotación de sus tierras para enriquecer al reino español.
El conocido como “Virreinato del Río de la Plata” fue una de las últimas divisiones administrativas de los territorios americanos creada por los españoles en el año de 1776.
Este Virreinato incluía los territorios actuales de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y parte de Brasil, aunque su capital, centro de comercio y expansión era Buenos Aires.
La geopolítica de la época
La idea de crear este Virreinato surgió para buscar reforzar la presencia española en el Atlántico Sur por preocupación de posibles usurpaciones de los británicos. La flota y expansión de Inglaterra llenaba de dudas y temores a los españoles por no querer perder la tierra, y aunque explotaron bastante el territorio, el apoyo y supervisión española fue mínima.
El Virreinato de la Plata tenía una ubicación geopolítica (estudio que permite saber cómo usar un espacio y el impacto de este a nivel político) muy importante por su acceso al Pacífico y entrada al territorio americano.
A pesar de no se visualizarse su potencial comercial, el puerto de Buenos Aires se convirtió en el puerto de principal entrada de manufacturas europeas, y la necesidad de cueros y sus derivados incrementaron la navegación.
Este Virreinato también producía en grandes cantidades bienes agropecuarios que eran intercambiados en el caribe junto con los frutos de la producción minera del Perú que tenía toda la atención española al momento.
Las invasiones lo cambiaron todo
A pesar de establecer el Virreinato para proteger las tierras, se dieron dos grandes invasiones inglesas que cambiaron el rumbo de los habitantes de este territorio. En 1806, los británicos entran por primera vez, y aunque son expulsados invaden nuevamente en 1807.
Estas situaciones que causaron mucho pánico al inicio para los pobladores del Virreinato, demostraron la debilidad que tenía España para proteger verdaderamente sus colonias, y mediante el miedo pasó, también ayudó a que los habitantes tomaran conciencia de la fuerza que tenían al poder resistir y expulsar a los ingleses, y que esa misma fuerza podía ayudarlos a buscar sus ideales colectivos lejos de España.
Luego de estas invasiones, los intelectuales, políticos y militares comenzaron con ideas de buscar formar un gobierno patrio y lograron el cambio del Virrey de ese entonces. A pesar de lograr la expulsión del Virrey Marqués de Sobremonte, en 1808, se nombró a un Virrey provisional, Santiago de Liniers.
Este nuevo Virrey provisional no interfería, según los intelectuales en la persecución de sus planes, pero, la Junta Central de Sevilla (junta que maneja el ejecutivo y legislativo del Virreinato del Río de la Plata desde España) establece de forma definitiva como Virrey a Baltasar Hidalgo de Cisneros.
El último Virrey
Cuando se nombra a Baltasar, este busca ser precavido con sus decisiones y no arriesgarse mucho, pero es influenciado por los miembros de la Junta Central de Sevilla, por lo que no es de agrado popular. A pesar de esto, una de las grandes decisiones que terminó favoreciendo al Virreinato fue la autorización de comercio con los ingleses.
Esta decisión comercial ayudó a abastecer de forma correcta al Virreinato que no recibía suficientes insumos para abastecer a Buenos Aires y el resto de ciudades por parte de España.
El 14 de mayo de 1810, la Junta Central de Sevilla cae en manos de Napoleón y aunque el Virrey Baltasar es informado de forma pronta, evita hacer las noticias públicas por temor a causar pánico. Sin embargo, el 18 de mayo, el Virrey se vio obligado a contar la noticia arriesgándose a la respuesta de los habitantes que terminó por definir el primer gobierno patrio de Argentina y la independencia de demás territorios.