La tradición oral menciona que este pueblo surgió de la descendencia de dos personas que se amaban mucho y decidieron establecerse en la cercanía del rio Mopán, pero que los habitantes del pueblo, para el momento de la invasión española, decidieron dispersarse en los cuatro puntos cardinales.

La historia continúa diciendo que el señor de la región Sur, un día mientras descansaba cerca de un árbol vió a varios animales silvestres dirigirse al tronco el árbol conocido como nabal o de incienso y arañaban la corteza de este. En ese momento este señor llamado Gregorio Tzuncal decidió contar al consejo de ancianos como los animales hacían tributo al Corazón del cielo y al Corazón de la tierra y plantearles reunir a todos los mopanes alrededor del lugar profetizado por los animales. Los ancianos y representantes de este señor decidieron entonces comunicar el mandato y unificar los pueblos en lo que hoy es San Luis, Petén.

Para este pueblo existe una estrecha relación entre el cielo, la tierra, la vegetación, el agua, los animales y el hombre, y que la muerte es solo la transición entre la vida terrenal y la vida cosmogónica, siendo los que fueron buenos en la vida terrenal seleccionados para regresar a la tierra cuando Ahaw (dios) lo decida.

En gastronomía, son representados por una amplia variedad de platos como el nuk o bollo, el tait o tamal de elote, el k’a k’aam ek’en o caldo de cerdo ahumado y el chu’uk waj o tostadas dulces.

Se conoce a la marimba como el instrumento más representativo y se conocen 24 sones tradicionales.

Se especializan en borados de tela dacrón, lana e hilo realizando camisas, blusas, bolsas, cepilleros, manteles y sobrefundas.