Una de las civilizaciones más conocidas y más grandes que existieron en América antes de la conquista fueron los Aztecas.

Este pueblo comúnmente llamado Mexicas, se originó como un pueblo nómada del oeste del territorio mexicano actual, y fueron emigrando al centro-sur del territorio llegando al área conocida como Mesoamérica cerca del año 1300. A su llegada y luego de diversas luchas, unificaron tres ciudades poderosas de ese entonces, Tetzcoco, Tenochtitlan y Tlacopán bajo un mismo mando logrando dominar gran parte de lo que antes perteneció a los toltecas.

Fundaron su ciudad principal “Tenochtitlán” (donde actualmente se encuentra la ciudad de México) dividida por canales y con la presencia de jardines flotantes donde cultivaban diversos alimentos. Lograron una gran expansión territorial mediante guerras e invasiones llegando a ocupar gran parte de México, la Península de Yucatán y parte del territorio guatemalteco.

Base de economía

La economía azteca se basaba en el tributo o impuesto del pueblo, en la agricultura y en el comercio de artesanías.

Su agricultura se adaptaba a su ambiente, aprovechando el agua de lagos y ríos para crear canales de riego y aumentar su agricultura. También construyeron y cultivaron sobre islas flotantes conocidas como “Chinampas” de donde obtenían cosechas dos veces al año.

En relación al comercio, intercambiaban bienes como cacao, plumas de quetzal y materias tropicales por la costa pacífica de su territorio y en el Golfo de México usando el trueque para el intercambio de mercancías con otras culturas cercanas.

Breve organización social

Los aztecas poseían una organización social muy similar a otras culturas con dos grandes divisiones: la nobleza y los plebeyos.

Tenían un monarca y sumos sacerdotes al mando, quienes eran descendientes del primer rey mexica y los que tenían el poder para comunicarse con los dioses y mantener un orden en la tierra, en la misma primer gran división eran seguidos de nobles que poseían tierras obteniendo su título a base de acciones en favor del estado y los guerreros o mercaderes que poseían habilidades que les habían permitido escalar en la pirámide social.

La otra gran división, los plebeyos, estaba constituida por la gran mayoría, la población general o clase baja que se componía de comerciantes (que poseían algunos beneficios superiores al resto), los agricultores, servidores públicos como médicos y parteras y los comerciantes de artesanías (pagaban impuestos, daban servicio militar y no poseían tierras) y los esclavos que cultivaban, servían en el ejército y daban gran parte de sus ganancias al señor al que servían.

Religión

Los aztecas eran politeístas con mitos de creación fundamentados en la destrucción del mundo. Según ellos, nosotros vivimos en el quinto mundo y previo a este existieron otros cuatro mundos que fueron destruidos por diversidad de catástrofes naturales como terremotos, y que, de no dar ofrendas a los dioses, ellos destruirán nuestro mundo nuevamente.

Existía un dualismo de creencias fuertes que dividían el resto de actividades religiosas. Tenian fuertes creencias guerreras que resaltaban el aspecto bélico de la sociedad a través de la deidad Huitzilopochtli y otras creencias en relación a los viejos dioses de la vegetación y el agua a través del dios acuático Tialoc.

Ambas creencias, sugerían que los dioses, Tonatiuh la deidad del sol principalmente, necesitaban de sacrificios humanos para no destruir la tierra, por lo que esta práctica era muy común en la civilización azteca.