El olfato es el sentido que permite a los seres humanos percibir hasta 1 billón de olores mediante el órgano de la nariz. Es considerado un sentido químico, ya que detecta compuestos químicos presentes en el ambiente

Este sentido permite percibir moléculas microscópicas de flores, perfumes, alimentos y otros, que son liberados en el ambiente de forma constante, cuando entran en la nariz y hacen contacto con las células olfatorias en la cavidad nasal. Esa información se transmite hacia el bulbo olfativo u olfatorio, un conjunto de nervios que están en la parte trasera de la nariz, que envían el impulso nervioso a la corteza cerebral encargada de generar la impresión de estar oliendo algo.

Se compone de dos partes principales:

Nariz: es la parte externa, está en el medio del rostro y se compone de cartílago y dos huesos nasales, uno de cada lado. En el interior y media de esta, el tabique (mezcla de hueso y cartílago) separa la nariz en dos cavidades que conocemos como fosas nasales. Estas están protegidas por pequeños vellos y cubiertos de mucosa.

Cornetes: están ubicados al final de la nariz en una cavidad fraccionada. Son tres láminas óseas y el conducto entre cada uno se llama “meato”. Estas se cubren de mucosa con sangre, cuya función es humedecer y entibiar el aire inhalado.