Animales en peligro de extinción en Guatemala

Guatemala es un país megadiverso con hasta 18,398 especies de fauna y flora presentes en el territorio; aunque, más del 13% de estas especies son endémicas.

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Guatemala es un país megadiverso con hasta 18,398 especies de fauna y flora presentes en el territorio además de diversos hábitats y climas. A pesar de eso; se cree que más del 13% de estas especies son endémicas (especies que se evolucionan, desarrollan y viven toda su vida en un hábitat específico y si este cambia pueden encontrarse en peligro de extinción). Debido a esto; en Guatemala hay muchas especies animales en peligro de extinción además de muchos hábitats dañados.

La intervención humana, debido al crecimiento de la población y la industria además de la caza ilegal, ha dañado los hábitats naturales en el mundo. Esto provoca cambios extremos que algunas especies no soportan y terminan, por lo tanto, muriendo. El “Pato Poc”, una especie endémica del Lago de Atitlán; se declaró extinta en 1990 debido a los cambios drásticos en el lago. Un claro ejemplo de la pérdida de riqueza natural de Guatemala y del mundo.

¿Qué es una especie en peligro de extinción?

Una especie en peligro es un grupo de organismos que se encuentran cerca de desaparecer de la faz de la tierra. Para evitar la extinción de una especie; son necesarias medidas extremas para mejorar radicalmente las condiciones de vida o también desarrollarlos en ambientes controlados hasta que puedan ser liberados a un hábitat seguro y adecuado.

Causas principales

Existen diversas causas que llevan a una especie a estar en peligro, entre ellas: pérdida de bosques, caza ilegal, presencia de especies invasoras y también el mal uso de los recursos naturales.

En Guatemala hay varias especies en peligro de extinción por diversas razones. Algunas de estas son propias de la fauna y flora del país, mientras otras se cuidan en el territorio pero que son de distintas partes del mundo.

No se sabe con certeza el número real de las especies en peligro del país por falta de programas de investigación científica, escasez de especialistas y recursos económicos. Aunque; sí hay universidades que junto al Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) y otras instituciones internacionales intentan monitorear y catalogar estás, además hacen un esfuerzo para verificar el estado de las poblaciones actuales.