Muchas de nuestras comidas diarias incluyen yogur, ya sea en el desayuno o como ingrediente para preparar carnes pero ¿sabes realmente cómo se hace el yogur? 

El yogur es un producto lácteo que se puede preparar a partir de cualquier tipo de leche; aunque, la más utilizada es la de vaca. También es un producto conocido y utilizado por distintas culturas por ser un alimento muy saludable; aunque se desconoce su origen exacto. 

El yogur, un producto milenario

Se dice que el origen de este producto es tan antiguo que no podemos asegurar quién fue el inventor ni dónde surgió. A pesar de esto; existen pruebas que varias culturas elaboraban productos lácteos desde hace 4500 años y uno de estos pudo ser el yogur.

Se cree, aunque no se ha logrado probar, que el descubrimiento del yogur fue accidental y se dio de forma espontánea. Esta teoría se basa en el hecho que muchos pueblos antiguos guardaban y transportaban líquidos en odres (bolsas) de pieles de cabra y eso probablemente causó la creación involuntaria del producto. 

La explicación más común es que el yogur se creó al transportar leche en un odre que contenía cultivos de las bacterias que causan la fermentación de la leche llamadas Lactobacillus bulfaricus y Streptococcus thermophilius. 

Estas bacterias y su uso para fermentar la leche de hecho ya eran conocidas en lo que ahora es Bulgaria desde el 6000 o 7000 a.C., lo que hace de esta una de las posibles ubicaciones geográficas que dieron origen al producto. 

¿Cómo se elabora?

Para lograr cualquier producto derivado de la leche, esta debe pasar por un proceso donde se fermenta la lactosa, que es el azúcar de la leche. Esta lactosa debe convertirse en ácido láctico para dar el sabor y textura característicos del yogur. 

Es un proceso que suena “sencillo de explicar” pero en realidad llegar a esta explicación llevo muchos años. 

La bacteria que causa la fermentación láctica, aunque se conocía de forma superficial, fue descubierta de forma oficial en 1903 por el doctor búlgaro Stamen Grigorov. 

Este doctor publicó y presentó su descubrimiento al Instituto Pasteur de París Francia. Debido a esto, y en su honor, la bacteria se llamó inicialmente Bacterium bulgaricum Grigoroff; aunque luego se modificó el nombre quedando como oficial Lactobacillus bulgaricus.

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