Corpus Christi
Una de las creencias centrales tanto de la Iglesia Católica como de la Ortodoxa es la manifestación de Jesús como cuerpo y sangre transfigurados en pan y vino en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Básico
AÑOS
Una de las creencias centrales tanto de la Iglesia Católica como de la Ortodoxa es la manifestación de Jesús como cuerpo y sangre transfigurados en pan y vino en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Este dogma o creencia establece que el Espíritu Santo se transforma en el cuerpo y la sangre de Cristo de forma tangible durante la misa, y aunque esta creencia se debate mucho, la fe manifestada por los creyentes y los estudios de teólogos continúan fundamentando que al beber y comer de estas transformaciones la persona obtiene vida eterna.
La práctica de la Eucaristía se repetía desde las primeras comunidades cristianas que conmemoraban la última cena de Jesús con sus apóstoles antes de tener que sufrir la pasión, y aunque si se celebraba una fecha para recordar esta última cena, el Jueves Santo, el Sacramento como tal no se celebraba, por lo que fue hasta en la edad media, en 1208 cuando la iglesia establece una fecha para celebrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo presente en la Eucaristía.
Esta celebración surgió como el sueño de una monja agustina llamada Juliana de Mont Cornillón, quien una noche al ver a la luna llena y ver un punto oscuro en la luz que emanaba de ella logró interpretar que Jesús era la luz del sol que iluminaba la luna, la luna era la iglesia y la mancha negra era la falta de un día para conmemorar al Santísimo Sacramento. Al hablar la monja con el Obispo de Lieja, Bélgica y contarle de su sueño logró promover la celebración en esta localidad.
Posterior al inicio de la celebración en Bélgica, sucedió un milagro en Bolsena, Italia durante una misa. El sacerdote Pedro de Praga tenía dudas de la transformación del pan y el vino y mientras él oficiaba misa, de la hostia comenzó a brotar sangre, interpretando esto como una señal de la verdadera presencia de Jesús en la consagración. Con estos dos hechos, el Papa Urbano lV decidió extender la celebración del Cuerpo de Cristo, Corpus Christi en Latín, por todo el mundo.
Este milagro fue de suma importancia para la determinación de esta celebración que ahora se practica en todo el mundo 60 días después de la pascua (cambia de fecha cada año) con procesión del Santísimo Sacramento por calles y lugares públicos para que fieles puedan demostrar su gratitud y recuerden la victoria de Jesucristo sobre su muerte. En Guatemala se celebra en todo el país en las distintas Iglesias Católicas con diversidad de festividades como misas especiales tanto a los 60 días establecidos como en el domingo siguiente, mediante la preparación y elaboración de huertos, alfombras, altares y arcos a manera de ofrenda.