Un ecosistema es una comunidad de seres vivos que interactúan y forman parte de un ambiente físico que proporciona, de forma natural, las condiciones necesarias para que exista un balance entre fauna y flora y estas se desarrollen correctamente.

El mundo está lleno de ecosistemas distintos que proveen la variedad y riqueza natural de nuestro planeta.

Cada uno está formado de distinta manera, con aspectos únicos que lo diferencian uno de otro, pero tienen características similares en cuanto a cómo están formados, estos elementos comunes son:

Individuo: cada organismo que lo integra.

Población: es formada por un grupo de individuos de la misma especie.

Comunidad: Conjunto de poblaciones que incluyen animales, vegetales, hongos y microorganismos.

Estos 3 características forman un ecosistema junto con el medio físico con el que se relacionan(como el clima y la superficie), que a su vez, forman la biósfera terrestre al juntar todos los ecosistemas del planeta.

Dentro de un ecosistema, una de las relaciones más importantes es la cadena alimenticia, que representa y determina básicamente quién se come a quién y demuestra que todos los organismos dependen uno del otro.

Dentro del resto de relaciones dentro del ecosistema se pueden dar las siguientes:

Competencia: Dos especies comparten estilo de vida y necesidades.

Depredación: Unos sobreviven cazando a otros.

Parasitismo: Pequeños organismos que viven dentro o sobre uno mayor y se alimentan de él. Conocidos como “huéspedes”.

Comensalismo: Una especie se beneficia de otra pero sin dañarla.

Cooperación: Dos especies se benefician al estar juntas pero también pueden sobrevivir separadas.

Mutualismo: Dos especies se benefician entre sí y no pueden sobrevivir separadas, son codependientes.