El color de la vida
Había un lugar muy lejano, en donde las cosas no tenían color. Un día llegaron a estas tierras un rey y una hermosa reina con vestidos de colores muy brillantes.
Los dos soberanos se quedaron asombrados de ver aquel lugar sin color y se preguntaron: «¿Qué sucede, por qué aquí nada tiene color?».
Qué tristes estaban los dos al ver que habían flores tan bellas y sin color, gente que no sonreía, ni utilizaba expresiones de cortesía.
Cuando el rey del país sin color se enteró de su llegada, mandó a llamarlos y les preguntó: «¿De dónde vienen? ¿Por qué sus vestidos son tan llamativos?»
Ellos contestaron: «Somos del reino del color», y le explicaron que cuando una persona aprende a agradecer, a sonreír con afecto y a perdonar con el corazón, las cosas cambian.
Y así se hizo, pusieron en práctica lo que aprendieron y comprobaron que verdaderamente una palabra basta para llenar de color la vida.
Marta Verónica Loaiza López
Adaptación 158 palabras