Isabel habla con los animales
¿Has escuchado hablar a los animales? Muchas veces lo intenté; me ponía cerca de los pollitos y trataba de escuchar lo que decían, y lo único que escuchaba era «pío, pío».
Yo quería entenderlos, porque mi amiga Isabel si podía, pero por más que ponía un vaso en mi oreja, no lograba nada. «Es muy fácil, soló debes prestar atención», decía Isabel.
Ella contaba que los animales conocían una cascada de agua cristalina del otro lado de la montaña, y me invitó a conocerla.
Las ardillas nos enseñaron el sendero y un tepezcluintle nos mostró donde podíamos descansar. Al terminar de rodear la montaña, llegamos a la cascada. ¡la caída de agua era enorme y hermosa! Allí estuvimos jugando con los peces y las tortugas. Era increible, ellos me entendían y yo los entendía a ellos.
Al atardecer las luciérnagas nos marcaron la salida, ¡era como seguir un camino de bombillas!
Ahora comprendo. ¡Es cierto que se puede hablar con los animales! Soló hay que prestarles atención.
Ana Luisa Albizures Torres
Adaptación 167 palabras