En todos los países del mundo, se cree que comer tres veces al día es una rutina normal de alimentación. Pero resulta que según la historia no siempre fue así.
Por ejemplo, en el caso del desayuno tal como lo conocemos no existió durante grandes etapas de la historia. Los romanos no lo tomaban, sólo consumían una comida al día, alrededor de mediodía. Creían que era más sano hacer sólo una comida, estaban obsesionados con la digestión, y comer más de una vez se consideraba una forma de glotonería.
En la Edad Media, la vida de los monasterios diseñó cómo comía la gente. No se podía comer nada antes de la misa de la mañana, y sólo se podía comer carne la mitad de los días del año. Se cree que la palabra desayuno se introdujo en esta época y literalmente significaba «romper el ayuno de la noche».
La Revolución Industrial del siglo XIX regularizó los horarios laborales y los trabajadores adoptaron una comida temprana para mantener la energía durante el trabajo. Todas las clases sociales empezaron a comer una comida antes de ir a trabajar.
En el siglo XX, el desayuno vivió una nueva revolución con John Harvey Kellogg, que accidentalmente dejó trigo hervido que se endureció. Lo pasó por unos rodillos y lo cocinó, creando la primera hojuela de maíz (cornflake) del mundo. Llegadas las décadas de los 20 y 30, las autoridades promocionaban el desayuno como la comida más importante del día y en la década de los 50, el pan tostado en rodajas, el café instantáneo y los cereales invadieron los hogares. Es decir, el desayuno tal como lo conocemos.
Pero, ¿cómo nació la idea del almuerzo y la cena?
La terminología del almuerzo es confusa. Para algunos el almuerzo o comida es la cena. Desde tiempos de los romanos hasta la Edad Media, todo el mundo comía en la mitad del día.
El almuerzo como lo conocemos actualmente no existía. Sin electricidad, los trabajadores estaban en el campo desde el amanecer para aprovechar la luz, y al mediodía que ya habían trabajado seis horas, se tomaban un descanso rápido para comer un bocadillo de pan y queso. En esa época, el almuerzo, seguía siendo conocido como un evento accidental que ocurría entre comidas. Algo como lo que conocemos actualmente como refacción.
Según la historia la cena es la única comida que hacían los romanos, incluso aunque fuera a una hora diferente del día. En Reino Unido, la cena llegó con la Edad Media. La aristocracia comía cenas formales en torno al mediodía. Eran bastante sofisticadas, con estrictos modales de comportamiento en la mesa.
Sin electricidad, cocinar la cena en la noche no era una opción. Los campesinos comían la cena alrededor del mediodía. Según se extendió el uso de la luz artificial, se empezó a comer la cena cada vez más tarde.
Para finales del siglo XVIII, la mayor parte de la gente hacía tres comidas al día en las ciudades. A comienzos del siglo XIX, la cena se había pospuesto hasta la noche, después del trabajo, cuando la gente regresaba a casa. ¿Qué te parece? Y tú, ¿cuántas veces al día comes?